La piscina que comercializa Hidden Water Pools tiene una historia. La instalación aparece, deja pasar el agua y se convierte, casi por arte de magia, en área de baño. La operación inversa esconde la piscina bajo nuestros pies. La idea nació de una necesidad. La anciana y antigua bailarina Delicia Kanetis sufría de artritis severa, enfermedad que le impedía entrar sola en la bañera o en la piscina a menos que tuviera ayuda. Así, su hijo constructor pergeñó esta instalación en el jardín para suplir la falta de espacio y también los problemas de movilidad de su madre.

 

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