La frase, quizás, la pronuncie el propietario de este inmueble de Varsovia: «Mi casa se convierte en un búnker cuando no estoy». La vivienda, en cuestión, está diseñada para que parezca una fortaleza blindada cuando se ausenta su propietario. Cuando el dueño llega a su hogar, dulce hogar, las protecciones de hormigón se pliegan, se abren las ventanas y el búnker muta en una vistosa villa de lujo.

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Casabunker

Vía beautifulllife