Abrisud se compromete con la seguridad de los niños.
Concebidas con la voluntad de ofrecer la mayor seguridad posible, las cubiertas de piscina Abrisud, sometidas a una multitud de pruebas, son altamente fiables.
Todos sus productos cumplen con las normas de seguridad francesas NF P90-309 y presentan garantías reales.
· Ningún niño puede acceder a la piscina cuando la cubierta está cerrada. El sistema de fijación de los módulos necesita dos acciones consecutivas o simultáneas, imposibles de manipular por un niño. De hecho, un niño pequeño no es capaz de levantar los módulos de la cubierta.
· La trampilla de acceso también tiene este dispositivo de doble acción (tirar y girar), garantizando así una seguridad perfecta para los más pequeños.
· En posición abierta, la cubierta conserva su fiabilidad. Los módulos alzados no pueden caerse.
· Las cubiertas están concebidas para resistir a un peso de 45 kg al m² (en caso de nieve), lo que representa mucho más que el peso de un niño de cinco años.
Además, cada módulo ha sido sometido a distintas pruebas de resistencia.
· Como complemento a estas pruebas, todos los componentes están sometidos a un control táctil, para comprobar que no supongan ningún peligro ni riesgo de herida.
· Abrisud presta atención a los pequeños detalles y vela por que ninguna pieza pueda ser ingerida por un niño, previniendo así el riesgo de asfixia.
· Las cubiertas están dotadas de un sistema de protección que evita el riesgo de atrapamiento de los dedos o del torso. Es imposible introducirse entre dos módulos.
Pese a todas estas medidas de seguridad, cuando la cubierta o la trampilla están abiertas, nada exime la vigilancia de los adultos.