En Abrisud nos gusta acompañar a nuestros clientes en sus proyectos y conocer de primera mano su grado de satisfacción con la cubierta instalada. Hoy nos acercamos a un bonito pueblo del pirineo gerundense para visitar a Albert, el propietario de Fonda Riga, un hotel rural con mucho encanto que hace 3 años instaló una cubierta alta para climatizar su piscina y ofrecer un servicio añadido a sus clientes.

Albert nos comenta que decidió cubrir la piscina para poder utilizarla todo el año pero, también, para obtener zonas de descanso cubiertas en los laterales de la piscina que ahora sus clientes aprovechan  tanto para bañarse como para descansar o leer un libro, disfrutando las magníficas vistas de las montañas que rodean el hotel. Añade que desde que la zona está cubierta ha aumentado el grado de satisfacción de los clientes ya habituales y que han notado un incremento en el número de visitantes en otoño e invierno.

Mostramos curiosidad por saber si los clientes valoran más la cubierta en una época del año que en otra y Albert nos confirma que en las épocas frías es cuando los clientes más agradecen el que sea un espacio protegido pero que el resto del año también disfrutan del hecho de que la piscina esté climatizada de manera natural, a cualquier hora del día.

Tras estos 2 años de experiencia Albert reafirma que está contento con la inversión que realizó en su momento y que la recomendaría a cualquier propietario de un hotel o camping que  esté en la misma situación  en la que se encontraba él hace 2 años.

Compartimos las características de la cubierta Emona instalada en el Hotel Fonda Riga, en el Valle de Camprodón. Es una cubierta alta, angular e independiente, con un diseño modular que permite acceder con facilidad a la piscina y abrirla según las necesidades del cliente y la temperatura reinante. Este diseño pertenece a nuestra Colección Espacio.

Una noticia de www.abrisud.es