Parar a comer en Landa cuando uno va o vuelve de Santander o del País Vasco es toda una tradición. Su famosos huevos con morcilla y patatas son un manjar que no hay que dejar de probar, aunque parezca un plato sencillo y fácil de cocinar. Pero lo que mucha gente no conoce y merece la pena ver es su maravillosa piscina climatizada. Bajo una cubierta alta con arcos, cristaleras y vegetación interior es una de las más bonitas de un hotel en España. Merece la pena hacer una parada y darse un baño con semejantes vistas y relajarse antes de continuar con nuestro viaje.

Una noticia de http://www.abrisud.es