Parece que fue ayer cuando los días eran largos y calurosos y se podía disfrutar de un refrescante baño en la piscina y, sin embargo, ya han pasado otras Navidades, una ola de frío azota nuestro país y en un abrir y cerrar las ojos la Semana Santa ya estará aquí. Al igual que haces el cambio de armario cuando empiezan los días más cálidos, tu piscina se merece que adecues sus cuidados según la temporada del año para que esté en perfectas condiciones cuando las temperaturas permitan volver a zambullirse en el agua.

Desde Abrisud, empresa líder en cubiertas de piscinas, te damos los tips necesarios para que tengas tu piscina a punto para la llegada de la primavera.

Si se ha llevado a cabo un buen mantenimiento durante el invierno, el agua del vaso puede mantenerse de 4 a 6 temporadas reduciendo de esta forma el consumo de agua. Si se dispone de una cubierta el mantenimiento del vaso resultará más sencillo. Es importante realizar, también, tareas periódicas de mantenimiento en nuestra cubierta para preservar la calidad del agua y de la instalación, conservar en mejor estado la estructura, y alargar la vida útil de esta.

Lo primero y más importante es medir la saturación del ácido isocianúrico (se va acumulando a lo largo de los años debido al tratamiento con cloro no líquido). Si el nivel está por encima de los 75 ppm habrá que renovarla, para cumplir la normativa vigente.

Si se ha realizado un invernaje para zonas frías, con el agua por debajo de los skimmers, es el momento de rellenar la piscina hasta cubrirlos por encima tres cuartas partes, tras lo cual habrá que realizar un lavado de arenas en el filtro y en los circuitos de aspiración y un posterior enjuague, a circuito cerrado. Realizar un correcto mantenimiento de la instalación es una de las maneras más eficaces de realizar un consumo eficiente de nuestra piscina.

Control del pH

Una vez la piscina esté llena es necesario volver a revisar el pH, antes de proceder al tratamiento de choque. Este paso es importante para que la efectividad del tratamiento sea óptima. En caso necesario, se usará producto regulador de la acidez.

Para eliminar todos los gérmenes y tener la piscina lista para el primer baño recomendamos realizar un tratamiento de choque con tabletas de cloro rápido que eliminarán todos los gérmenes y contaminantes del agua. Se puede, además, completar este tratamiento preventivo con  alguicida, en caso que se considere necesario.

Control periódico.

Una vez comenzada la época de baño tan sólo habrá que realizar comprobaciones periódicas para confirmar que el agua mantiene una calidad óptima. Con esta tabla se podrá conocer los niveles óptimos de pH, temperatura, desinfectante, alcalinidad… En caso de que el agua de la piscina no se encuentre entre estos baremos, habrá que aplicar las medidas correctoras oportunas para cada parámetro.

Además, utilizando fuentes de energía fotovoltaicas, controlando la iluminación del recinto, adecuando el funcionamiento de las instalaciones al número de usuarios y las condiciones ambientales y vigilando el consumo de energía de las instalaciones auxiliares: vestuarios, salas de control, etc. nos permiten realizar un uso eficiente de las piscinas. “El uso de una cubierta de piscina es el sistema más eficiente para reducir la huella de carbono, no en vano reduce hasta un 80% la evaporación del agua, permitiendo un ahorro energético de entre el 50% y el 70%” detallan desde Abrisud.

Siguiendo estos sencillos pasos, más llevaderos que un cambio de armario, podrás disfrutar de tu piscina en cuanto los rayos del sol comiencen a brillar con fuerza.