Llafranc es un pequeño pueblo que se encuentra en pleno corazón de la Costa Brava, cerca de Calella de Palafrugell. Este pueblecito de apenas 400 habitantes esconde un hotel familiar, el Casamar, que en el año 2011 fue reconocido con una estrella Michelín por su innovadora carta.
El Casamar fue inagurado en los años 50 y en su primera etapa constaba de apenas 5 habitaciones. Actualmente el hotel ha ampliado hasta 20 estancias y si bien no está situado en primera línea de mar, posee unas de las mejores vistas del Mediterráneo.
Llafranc es un pueblo que conserva el encanto de los pueblos tradicionales de la zona y posee rincones con mucho encanto como el Faro de Sant Sebastià o las pequeñas calas que han hecho mundialmente conocida la zona.
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